Cuando Cristina crea a Cóco

La eterna juventud resulta inspiradora y especialmente evocadora. Y Cóco Fernández mira de reojo al pasado y de frente a la modernidad mediante sus ilustraciones. Ella aplica la receta infalible: se empapa de tendencias, las digiere y les da forma. El resultado es un todo vale muy nostálgico en el que acuarelas y lápices son los protagonistas.

Cristina Fernández crea personajes plagados de infinitos trazos geométricos y simétricos, les otorga independencia y seriedad. Su historia es la de una futura diseñadora de moda en busca de la alternativa, y finalmente la ha encontrado fuera de las costuras y los patrones.

Cóco Fernández.

Su presencia en el mundo online le ha permitido llevar a cabo propuestas inimaginables como la impresión de una de las tiendas de campaña de FieldCandy, o más corrientes como la creación de 'looks clave' para magazines de moda, con el encargo de incorporar complementos o prendas concretas a sus personajes. 

El simple hecho de compartir ideas y trabajos ha puesto en circulación su sello y estilo propio. Nunca nadie dijo antes que los comienzos fueran usuales, aun en un sector tan explotado en la red como el de la moda. La buena manufactura y el interés son indispensables, pero también la novedad, la curiosidad y el punto inspirador: sin lugar a dudas, el encuentro con la alternativa siempre es una noticia a celebrar.

Coworking: la orgía del talento

Afincados en una vieja fábrica de antenas, es en Workether donde se catalizan las ideas. Un lugar donde cocinar proyectos, potenciar habilidades y avanzar con la mejor compañía gracias a una nueva forma de entender el trabajo, el coworking.

En Workether no son egoístas y se niegan a que el talento quede oculto tras las paredes de un solitario despacho. Porque el coworking es, esencialmente, compartir. Compartir talento e ideas, intercambiar experiencias y vivencias para elevar tu proyecto al cubo. Porque el ‘divide y vencerás’ ha quedado en el pasado, ha llegado la hora de sumar.

Un espacio diáfano y completamente moldeable es el que acoge a estos profesionales en un ambiente de trabajo poco habitual. Una mesa de ping-pong, mini golf y una terraza hacen de esta oficina algo singular, porque el buen trabajo siempre va acompañado de buen humor. ¿La clave? Sentirse como en casa sin estar en casa. 

Pero en Workether (C/Serpis, 3) no solo se conecta con otros profesionales gracias a la magia del coworking, sino que quieren ir más allá. Desde su inauguración han sido varios los eventos que han dado lugar en su multifuncional sede. Desde la Red Bull Music Academy hasta el próximo taller de (re)escritura de guión, impartido por la ganadora del Goya Alicia Luna. Utilidad y amor al arte en una combinación ganadora. 

Pecha Kucha: Talento que pasa fronteras

Creatividad, ingenio y nuevas propuestas han protagonizado una nueva edición de Pecha Kucha Valencia que, a pesar de ser la número 13, ha demostrado que las supersticiones no van con ellos, convirtiendo esta cita en el Sporting Club de Ruzafa (C/Sevilla, 5) en una de las más multitudinarias hasta la fecha. 

Como siempre, arte valenciano, aunque esta vez con un toque más internacional que nunca. Porque el talento no tiene fronteras. Desde El Fabricante de Espheras nos presentaban su proyecto de hotel en la intrigante Vietnam. La habitación de bambú se convertía así en un refugio casi emocional que juega con lo silencioso para huir del ruido característico de la urbe. 

Y de Vietnam pasamos a Berlín de la mano de la fotógrafa Clara Bleda, que ha querido plasmar a través de un viaje en bicicleta lo enigmático de una ciudad en la que todavía están presentes los fantasmas del pasado, que conviven con lo cotidiano y con la aparente imagen de modernidad de la capital alemana. 

El sabor de la jornada vino a cargo de Tere&Lope, una mexicana y una italiana que han traído a Valencia el Supperclub, una propuesta gastronómica de lo más curiosa. Se trata de trasladar el restaurante a casa, una experiencia que pasa a ser social donde la comida y la buena conversación forman el tándem del éxito. 

Fernando Jericó nos trasladó su experiencia en el mundo discográfico mientras que el estudio de diseño Mr.Simon nos demostró que los muebles a veces pueden ser 'inestables' en una nueva edición de Pecha Kucha que se ha mostrado sin complejos temáticos y alejada de toda superstición... ¡Hasta la 14! 

Nostalgia publicitaria: El arte de anunciar

La publicidad forma parte de nuestro día a día. Repetimos sus frases y las convertimos en parte de nuestro lenguaje cotidiano, cantamos sus canciones y nos quedamos hipnotizados ante la maravilla de lo creativo. El  Centro Cultural Bancaja ha querido celebrar el arte de anunciar en una exposición que nos traslada a 1900, el origen de la publicidad tal y como la conocemos hoy en día. 

Este arte de 'usar y tirar' ha conseguido con lo años ocupar el lugar que se merece y se ha situado como uno de los documentos representativos de las sociedades más valiosos. Art Nouveau, piezas traídas de Francia y Bélgica y de nombres tan conocidos como el célebre Toulouse-Lautrec se mezclan con las de grandes artistas españoles que descubrieron, muchos años antes que Andy Warhol, el valor de lo efímero.

Antes de la 'medusa del amor', de que Edu nos felicitara la Navidad y de la inquietante campaña de Loewe ya había gente que sabía que los productos no se venden solos. 'El origen del arte publicitario' rinde homenaje a todos aquellos que con tan solo su talento y una paleta de colores han logrado marcar un estilo que ha perdurado en el tiempo y que se ha convertido en referente de toda una generación de publicitarios nostálgicos.

Si no podéis esperar a lo nuevo de Mad Men o sois unos fanáticos de la ilustración vintage, no os perdáis la exposición '1900. El origen del arte publicitario' en el Centro Cultural Bancaja (Plaza de Tetuán, 23) que desde el 13 de marzo y hasta el 26 de agosto convertirá a Valencia en la auténtica sede del saber hacer publicitario.  

10 milles per trobar una bona melodia

Benvolguts els esperats, i complaguts els interessats. El ple que va aconseguir el grup Manel al Palau de Congresos de València, ha marcat el punt i seguit a una època daurada per al folk treballat i les lletres novel·lístiques.

El públic seia contingut, expectant, guanyat per l'escenari i intimidat per la retafila musical que orquestava Manel dalt de les taules. Convençuts i convençudes, de forma que avançava l'espectacle, augmentaven les respostes i les energies dels assistents. Hi va haver màgia, art, prosa i poesia. Hi van haver pares, xiquets, amics, parelles, alts, baixos, extravertits i tímids. A aquesta parada del fi de gira del grup català, hi va haver estima, somriures i un ambient especialment harmoniós.

València imposava, va semblar. Poques vegades havien fet acte de presència a la ciutat: és ben sabut que, culturalment, el Mediterrani amaga una relació difícil. Però aquesta nit de dissabte, es va trencar amb el costum i es va donar lloc al reconeixement d'aquesta nova onada musical.

A mesura que el concert avançava, les històries entre cançó i cançó es contaven per sí soles. Les butaques s'alçaren decidides a menjar-se l'escenari, i baixaren riuades impovisades de públic per fer càlid l'espectacle.

No hi ha dubte de com d'interessada està València en la cultura que arriba del nord. No hi ha gràcia que no s'entenga. No és d'extranyar que aquest siga un excel·lent començament. És un fet que són plat de molt bon gust. I seria una errada obviar aquests triomfs mediterranis. Aquestes sí són corrandes de la parella estable.


Fotografía: Mamen Terol 

Això era i no era melodia valenciana

Corren bons temps per al folk el·laborat. Per a aquell que acura els detalls melodiosos, els literaris, els gràfics, els d'un directe amable i els d'un estil treballat. Cordes, vents, una percussió molt variada i veus igualment singulars enriqueixen les cançons dels grups Sancristóbal i Litoral. De valencianes maneres i de valenciana creativitat, és qüestió de remetre's als dos resultats.

El passat divendres a la nit, el Teatre Micalet va acollir un doble concert a poqueta llum. La qual cosa no significa "descafeïnat", sinó tot el contrari. Aquest escenari va fer lluir una veu masculina de Sancristóbal, extremadament contundent per cert, melodies altament afinades, i lletres tan iròniques com sensibles. Un acústic de rises i camisa de quadres, on de vegades es colava un banjo, un xilòfon o el pizzigato de les cordes.

La segona part, protagonitzada per Litoral, va omplir l'escena de dalt a baix i d'esquerra a dreta. Es va tractar de tota una desfilada de músics, d'instruments no tan típics que assaonaren cada història cantada. Va sonar medieval, va semblar el que era: un espectacle embastat gràcies a un cantant amb ànima de contacontes. Van haver cares, veus altes, veus baixes, veus tan tendres com la de la component francesa, llums rogenques i molta complicitat.

L'espectacle d'ambdues formacions musicals van fer merèixer el teatre. Cadascuna a la seua acústica manera. El públic a El Micalet va poder estar molt aprop, va poder examinar cada detall, cada intercanvi i cada instrument. Corren bons temps per al Mediterrani, la melodia ben construïda i la història perfectament narrada.

La ambulante Casa Azul de Guille Milkyway afinca en Valencia

La siguiente es la historia simplona de un músico autodefinido como "soso". Tan soso que es capaz de teletransportar al público cerca de Shibuya, de llenar completamente una de las mayores salas de concierto de la ciudad; tan soso que no deja de innovar en sus conciertos, y tan, tan, tan, tan soso que no permite que se pare de bailar sobre la pista, desde el principio hasta el fin.

La noche del pasado sábado, Guille Milkyway presentó el nuevo disco de La Casa Azul, La Polinesia Meridional, con un concierto en la sala Mirror. Fiel a sus continuas reinvenciones sobre y tras el escenario, ilustró cada canción con una retahíla variada de imágenes para todos los gustos: cortes de programas antiguos de televisión, videoclips del propio grupo, luces interactivas... En definitiva (y aprovechando la metáfora), todo fue del electro al disco, y del disco al nothern soul.

Elefant Records

Como en otras ocasiones, versionó una canción de las que residen en toda cultura musical que se precie. Y esta vez, la ochentera 'Take On Me' se convirtió en la elegida, frente al tema 'Love is in the Air' de otros tiempos.

Los conciertos de Guille Milkyway se han convertido en una demostración de lo polifacético que es. Durante los últimos años ha compuesto canciones para bandas sonoras de película, para anuncios de televisión... La diferenciación lo ha catapultado al llenazo y a haber conseguido que se identifique su música como un estilo propio. Nunca antes una Casa Azul había tenido las puertas tan abiertas.