Jóvenes con talento, ganas de mostrarlo al mundo y, sobretodo,
de discutirlo y enriquecerse con la experiencia de otros, son los que se han
congregado en la 12ª edición del Pecha Kucha en Valencia, reunión que se
celebra en más de 450 ciudades en todo el mundo.
La innovación no tiene límites para David Sanz, que ha
convertido un simple robot de aspiradora en un auténtico actor de teatro y
ahora anda trabajando en un sistema mecánico de dirección de películas que podría
revolucionar la forma de hacer cine en el mundo.
El toque personal lo ha puesto Sara Sorribes. El tiempo, su
obsesión; atraparlo, su objetivo. Infinidad de piezas únicas, la mayoría
relojes de arena, son las protagonistas de su carrera. Unas obras hechas con mimo y
sensibilidad que forman parte de su vida. “Si mis manos no están enfadadas
hacen lo que mi cabeza quiere”, declara Sara Sorribes.
La sorpresa ha llegado de la mano de la diseñadora industrial Granada
Barrero, nervio andaluz en estado puro. Reivindica la locura como modus operandi. Ser diseñador es, más
que una elección profesional, un acto vital. Ser creativo es para ella ser un liante
profesional, y le encanta de ese modo. ‘Hi, I’m a designer. Soy así’, rezaba su
presentación.
Esto es lo que ha dado de si la primera parte de la edición nº12 de Pecha
Kucha en Valencia. Nosotros, que no somos supersticiosos, os esperamos en la número
13.
No hay comentarios:
Publicar un comentario